17 de junio – Día del Editor en la Argentina
Cada 17 de junio se celebra en la Argentina el Día del Editor, en conmemoración del nacimiento de Boris Spivacow (1915–1994), una figura fundamental en la historia cultural del país. Editor inclaudicable, Spivacow dejó una huella profunda en el modo de pensar la edición de libros: no como una mera actividad comercial o técnica, sino como una herramienta de democratización del conocimiento y de construcción de ciudadanía.
En su rol al frente de Eudeba (Editorial Universitaria de Buenos Aires), desde su fundación en 1958, Spivacow encabezó una de las experiencias editoriales más ambiciosas y transformadoras del continente. En apenas una década, Eudeba publicó más de 10.000.000 de ejemplares y más de 3.000 títulos, en colecciones que abarcaban desde la ciencia hasta la literatura, desde los clásicos del pensamiento político hasta los debates contemporáneos. Pero más allá del volumen, lo que se destacó fue la apuesta por el acceso universal a los bienes culturales: libros bien editados, de calidad intelectual, con precios accesibles y presencia masiva en librerías, universidades, bibliotecas y quioscos.
La premisa era clara: la edición como política pública, entendida como un acto colectivo orientado al bien común. Spivacow sostenía que un libro no debía ser un objeto de lujo reservado para unos pocos, sino una herramienta viva en manos de muchos. Para eso, hacía falta un Estado comprometido con la producción cultural y un equipo editorial con vocación pedagógica, sensibilidad estética y decisión política.
La experiencia de Eudeba —y más tarde la del Centro Editor de América Latina, que dirigió durante los años más duros de la censura y la represión— marcó un hito. Mostró que es posible articular universidad, Estado y cultura en un proyecto editorial que combine calidad, escala y compromiso con su tiempo. Que editar libros no es simplemente fabricar objetos, sino poner en circulación ideas, voces, discusiones y horizontes de futuro.
En un contexto como el actual, donde muchas veces se intenta reducir la cultura a una mercancía, reivindicar la figura de Spivacow y lo que representa es también defender la edición como un derecho colectivo. Es reconocer que el conocimiento no se encierra, se comparte. Que los libros no son un lujo, sino una necesidad. Y que detrás de cada uno hay decisiones políticas, pedagógicas y éticas que modelan el modo en que una sociedad se piensa a sí misma.
Este 17 de junio, celebramos a Boris Spivacow y a todas las personas que, desde editoriales universitarias, públicas, independientes o cooperativas, sostienen día a día la edición como un acto de compromiso con la lectura, el pensamiento y la justicia social.